"Arriba encontré una habitación amplia -vigas al descubierto, moqueta pálida- y un cuarto de baño diminuto con la cortina de ducha nueva. Una estrecha ventana horizontal se extendía a lo largo de toda la pared. Estuve bastante tiempo con la frente apoyada en ella. Los tejados, a diferencia de las calles, contenían el silencio. No había camiones de carga y descarga en los tejados, no había riñas ni coches, sino un callado damero de explanadas grises y rojas."
Belén Gopegui, Tocarnos la cara.
Belén Gopegui, Tocarnos la cara.