miércoles, 14 de abril de 2010

La cuerda.


Estuve más de tres semanas sin poder dormir. Cada noche, después de acostarme, pasaba horas con los ojos bien abiertos dándole vueltas al mismo tema. Me dolían la cabeza y el estómago, me levantaba a fumar algún cigarro, releía libros usados. Viajé al mar, fui a un país pequeño rodeado de agua por todas partes. Allí, mi habitación se iluminaba por el faro del puerto. Después volví a Madrid y tomé una decisión. Haría unos exámenes de acceso, me probaría a mí misma. Yo me sentía como el piloto que sabe que no puede fallar en la maniobra de aterrizaje. Y al final lo conseguí. Ahora tengo bajo el brazo dos cartas de admisión en escuelas de cine y una cuerda que tira de mí más fuerte que nunca para que no me caiga.


domingo, 4 de abril de 2010

Cien años de Gran Vía.


Si en México se piensa mucho en Madrid, en Noruega no se quedan atrás. Para todos esos fans de la ciudad más abrazadora del mundo, esta maravilla de canción y la felicidad de una tarde soleada por el centro.