Esta madrugada cerca de las 4 am cerré los ojos después de una entrada en Berlín un poco caótica. Aquí el metro pasa por arriba y por abajo y si te descuidas o si no tienes ni pajolera idea de alemán puedes pasarte la parada. Finalmente nos bajamos en "oisjcwcphwcqwh" (dame tiempo con el idioma) para quedar con un casero que resultó ser chino, de estos que ríen sin parar, con la cara que pone uno si le compras una cerveza en la calle del Pez. El caso, que nos entregó las llaves del piso... con mi santo pasaporte como fianza.
Yo leo esto y me muero de envidia mala.
(Jacob Golden - On a Saturday)
3 comentarios:
uhhh bebe i mizz ya. el miercoles emaill
Sí, la envidia corroe a cualquiera cuando lee todo eso... Pero bueno, hay que tener proyectos futuros para vencer esas envidias...
Debo admitir que Berlín, dado el año en el que estamos, fue de mis primeros objetivos para las vacaciones de este año. Después tuve que descartarlo.
¿Por qué? Porque uno no va solo y hay que buscar consenso entre toda la expedición para decidir el objetivo. Finalmente el norte de Italia terminó siendo aceptada por todos: Milán-Bérgamo-Verona-Venecia.
Proyecto Pepperoni en marcha.
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