domingo, 24 de mayo de 2009

Pasa la vida.


Lo mejor no han sido las conversaciones hasta las seis de la mañana, ni las canciones de Kiko Veneno que cantábamos. Tampoco ha sido ver amanecer con los gitanos del Sacromonte, ni la película que vivíamos. Ni siquiera hablar de Lorca sentados en la hierba que rodea la Alhambra, por la noche, con un poco de frío. Podría elegir mi paseo el primer día por el Albayzín, o los momentos en que nos mirábamos, entre toda la gente, y sólo nosotros sabíamos qué estaba pasando. Las lágrimas por la risa no han sido lo mejor, pero casi. Enamorarse de la ciudad ha sido importante, vivir en siete días cosas que a veces no suceden ni en un año. Incluso destacaría la calle Puentezuelas como algo muy especial en este viaje.

Pero no. Lo mejor del día era lo que pasaba entre las nueve menos cuarto y las nueve de la mañana, cuando tú esperabas en el patio de la casa más bonita de Granada, y me guardabas el primer cigarro del día. Después se acercaban los demás a nuestro banco, yo me reía, y empezábamos algo incluso más bonito que lo del día anterior.

(José González - Heartbeats)

3 comentarios:

juanito dijo...

Era tu primera vez con granada?

Anónimo dijo...

vaya días buenos que habrás pasado.
me encanta leerte.
saludos desde unas ventas abarrotadas estos días por tantos eventos taurinos! los odio!! y tú?

Ve. dijo...

Los toros, al igual que otras muchas tradiciones, ni me van ni me vienen. Pero llevas razón, cruzar las Ventas a las nueve de la noche es casi imposible. Música y paciencia.