Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco y
soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme ¿Qué tal? y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico .
Mario Benedetti.
2 comentarios:
Qué grande es Benedetti, hasta la melancolía merece la pena cuando la describe él...
Jo me encanta Benedetti, es un auténtico crack!!!
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