lunes, 28 de septiembre de 2009

Paparazzis.


Jim Jarmusch pasea por la calle del Pez a las diez y media de la noche. Pero sssshhhh...

2 comentarios:

comerodes dijo...

por unos segundos se cruzaron los mejores pelazos blancos que hay sobre la tierra.

mr.tambourine dijo...

Empecé el libro de Gopegui tomando un té en La Buena Vida, y como además de magnético es cortito lo terminé unas horas más tarde, almohada en nuca.

En cualquier caso me dejó un sabor de boca ambiguo. Por un lado la vuelta de tuerca (bañada de militancia antisistema) que le da a la rebeldía del protagonista de "El guardián entre el centeno" me parece interesante y las reflexiones musicales con las que canaliza su descontento de una lucidez al alcance de muy pocos, independientemente de que uno esté de acuerdo con ellas. Sin embargo la trama está trufada de clichés, (muy nobles y muy necesarios pero conocidísimos por todos) que acaban colocando el efecto que ejerce la novela más cerca del buenrollismo pancartero de las canciones de Ismael Serrano, que del desprecio por los "cabronazos que controlan controlan el mundo" (Jarvis dixit) y los que lo toleran que pretende vehicular.

Mucho más punk me parece, por ejemplo, "Ampliación del campo de batalla" de Houellebecq, que no ilumina pero deja bien claro que hace falta encender la luz.

En fin, espero no haberte desanimado con toda esta chapa porque la novela merece la lectura, al margen de que a mi me haya gustado más o menos.

El concierto de Elvis Perkins una pasada. Parece mentira que de unas canciones tan descorazonadas se pueda vivir una experiencia tan vitalista.

Aquí te dejo la prueba:

http://www.youtube.com/watch?v=OHJxx3m65f4